La mayoría apoyan totalmente a sus hijos en la
búsqueda de raíces; muy pocos se han sentido amenazados por la familia
biológica. En algunos pocos casos el hijo adoptado no les ha contado que ha
buscado a su familia biológica, justamente porque ha pensado que sus padres adoptivos
pudieran sentirse ofendidos o amenazados. Sin embargo, muy rara vez empeora la
relación entre los padres adoptivos y sus hijos, si éstos buscan a su familia
biológica. Al revés, mejora y se profundiza.