Retrospectivamente uno puede
asombrarse de no haber aprendido de nuestras adopciones nacionales y de la
experiencia y la investigación, aunque muy escasa, que existía. Naturalmente
esto ha sido un error y hoy día tenemos una perspectiva distinta. Hemos
aprendido que, a pesar de que las adopciones internacionales sean muy
especiales, la palabra “adopción” es la principal y no la palabra
“internacional”, y por lo tanto tenemos mucho que aprender de las adopciones
nacionales en los diferentes países.